Tratamientos post parto en cabina

Si has sido mamá recientemente podemos ayudarte a recuperar tu figura con una serie de consejos y tratamientos indicados para combatir los cambios corporales asociados al embarazo

Las mujeres embarazadas tienden a almacenar grasa sobre todo alrededor de las caderas, los muslos, el abdomen y las nalgas. La madre naturaleza nos ha dotado de un cuerpo tan inteligente que por sí solo éste tiende a crear depósitos de grasa cuando lleva un bebé a bordo. La circulación linfática se ralentiza, las grasas y toxinas se acumulan, el tejido conectivo se inflama y ya tenemos la celulitis a la vista.

Durante el embarazo, la mayoría de las mujeres tienden a darse alguna “licencia” y dejan de prodigarse todos los cuidados que venían llevando a cabo hasta la feliz buena nueva.

Tanto las madres que han dado a luz recientemente como las que lo hicieron hace años saben de lo que estamos hablando.

Todo el proceso del embarazo y del parto provoca una serie de efectos colaterales en el cuerpo de las mujeres como estrías, flacidez, celulitis, retención de líquidos, abdomen hinchado, barriga y/o papada, como mínimo.

Durante las 40 semanas que dura el embarazo, el cuerpo de la mujer ha estado cambiando constantemente y una vez transcurrido el puerperio o cuarentena después del parto, hay que ponerse “manos a la obra” para ayudar al cuerpo a recuperarse.

En este caso, hablaremos solamente de intentar recuperar el buen aspecto físico del cuerpo, su piel y su contorno en manos de los profesionales de la estética y no hablaremos de las consecuencias emocionales y psicológicas.


Es evidente que además de la ayuda de un buen profesional de la estética, las nuevas mamás deberán pasar a la acción teniendo en cuenta los siguientes consejos imprescindibles:


Seguir una dieta específica para la recuperación post-parto y regresar a un peso ideal.

Practicar una rutina de ejercicio físico para nuevas mamás, al menos 3 días por semana.

Ingerir infusiones diuréticas y drenantes, además de beber mucha agua.

Hidratar abundantemente toda la piel.

Si es necesario, aplicar cosmética específica reductora, anti-estrías y reafirmante en las zonas más afectadas.

¿Cómo puede ayudar una buena esteticista a recuperar la silueta de las mamás y a devolverle a su piel un aspecto terso y suave?

Abdomen: Descolgamiento y flacidez abdominal

La diástasis abdominal es la separación de los músculos rectos del abdomen como consecuencia de la distensión que se inicia en el tercer mes de embarazo y el consiguiente daño en los tejidos que unen esos músculos.

Los músculos rectos se distribuyen a los dos lados del abdomen y su función es mantener el organismo erguido, hacer posible la flexión del tronco e intervenir en la respiración.

Recuperar la pared abdominal tras el parto es uno de los tratamientos más solicitados con el fin de devolverle la elasticidad a la piel y tonificar los músculos de la zona.
Para ello, se puede combinar la aplicación de mesoterapia para reafirmar, la electroestimulación para tonificar, la vacumterapia para modelar y la presoterapia para drenar.

Senos: Descolgamiento y estrías

Los senos están situados a nivel del pecho, delante del músculo pectoral en cada lado y se extienden en altura hasta la clavícula y del ancho de la axila a la mitad del esternón aproximadamente. Son asimétricos y no contienen ningún músculo. Son apoyados por los ligamentos.
Los senos se componen de una glándula mamaria, tejido conectivo y tejido graso. Es este tejido adiposo que les da forma y volumen. Cubierto por la piel, en su centro tiene una zona pigmentada llamada areola del pecho que rodea el pezón (puerto de la eyección de leche).

Después del parto y durante el periodo de lactancia los senos mantienen un volumen superior al habitual y resulta fundamental una constante hidratación.

Debido a la distensión cutánea prolongada e intensa, la piel de los senos puede presentar efectos de rotura.
También suele ocurrir que sufran atrofia post-gravídica de la mama, es decir, que el pecho se “vacía”. Esta zona requiere cuidados especiales sobre todo los primeros días: la utilización de cosmética con principios activos con propiedades regeneradoras anti-estrías (excepto aureola y pezón) y beber abundante agua. Después de unos diez días aproximadamente, se pueden combinar los productos regeneradores con cosméticos con activos reafirmantes.

Son recomendables los masajes tonificantes en la zona de las clavículas, hombros, cuello y escote para estimular la microcirculación en toda esa zona y tonificar los ligamentos y músculos que sostienen los senos.

Para las estrías en los senos, lo último se llama “stretching celular” o que viene a ser una vacumterapia avanzada que trabaja localizadamente.

Piernas: Flacidez, celulitis y piernas pesadas.

Para devolver a las piernas un buen aspecto es conveniente actuar contra la celulitis, las estrías, la grasa acumulada y la retención de líquidos.

Es recomendable el drenaje linfático manual o mecánico con la presoterapia, la radiofrecuencia y, según el caso, la vacumterapia para modelar o el masaje localizado con el equipo de masaje Masster Plus para trabajar las zonas rebeldes sin esfuerzo.

Se trata de realizar tratamientos que faciliten la tersura y el drenaje, ya que el uso de cremas anticelulíticas no está recomendado durante la gestación y la lactancia.

La piel: Flacidez, sequedad, estrías y cicatrices.

Debido a la gran cantidad de estrógenos producidos durante los nueve meses del embarazo, la piel está más tersa y luminosa, y el pelo se ve suelto y brillante.

Después del parto, con la expulsión de la placenta, estas hormonas disminuyen de forma repentina, y la piel se reseca y estropea.

La epidermis necesita liberarse de las células muertas e impurezas que se han ido acumulando en la superficie y para ello, nada mejor que una buena exfoliación de la piel con productos no agresivos y con algún cepillo específico para exfoliar la cara y otro para el cuerpo. Con la piel bien exfoliada, ésta se muestra mucho más receptiva a los productos reafirmantes, anti-estrías o hidratantes que le vayas a poner.

Recomendamos productos con ingredientes específicos como la rosa mosqueta, la vitamina K, el aceite de argán, el colágeno marino y/o el aceite de aguacate, por ejemplo.

En cabina recomendamos realizar una buena exfoliación al mes, masajes de recuperación del óvalo facial, masajes reafirmantes, exfoliaciones y masajes localizados anti-celulíticos y reafirmantes y como no, acabar cualquier tratamiento con una sesión de presoterapia.

Desde luego, la constancia será clave y para ello no bastará con el tratamiento en cabina sino que recomendamos continuar el uso diario de los cosméticos que nos recomiende o utilice la esteticista.

Retención de líquidos: Volumen corporal, piernas y brazos hinchados.

Todo el proceso del embarazo, el parto y el post-parto provoca una alteración notable del funcionamiento del sistema linfático y una de las consecuencias más conocidas se llama retención de líquidos. Es decir, nuestro organismo no elimina de forma natural todo lo que le sobra, la circulación linfática se ralentiza y se forman cúmulos de grasa que pueden terminar complicando no solo el aspecto físico sino el bienestar general.

Desde hace muchos años, existe una técnica muy conocida por los profesionales que se denomina drenaje linfático.

El drenaje linfático es un masaje que estimula la circulación de la linfa, un líquido incoloro que circula por los vasos linfáticos y tiene como objetivo evacuar el exceso de líquido: es muy eficaz en caso de retención de agua.

El drenaje linfático puede hacerse de manera manual en manos de un buen especialista o bien de forma mecánica con la presoterapia.